Entre las grandes ventajas que ofrecen los drones en la Inspección Técnica del Edificio (ITE), destacan por su importancia, la posibilidad de acceder para su inspección, a zonas de difícil acceso, sin poner en riesgo al personal técnico y el ahorro en tiempo de toda la carga de trabajo que suponen.
También, posibilitan una inspección más exhaustiva de estructura, cubierta y fachada, cubriendo la totalidad del volumen con un altísimo grado de detalle si fuese necesario, mediante cámaras digitales de alta resolución.
Incluso, hace posible un estudio detallado de la eficiencia energética del edificio, mediante el uso de cámaras termográficas; ofreciendo las mismas ventajas en el Informe Evaluación del Edificio (IEE).
Los daños como fisuras o grietas, en componentes estructurales, suponen un riesgo para la seguridad de la edificación. Pueden ser causados por la climatología, por fenómenos geológicos, por las características del entorno o por el propio diseño estructural. Todos estos factores debilitan la resistencia de la estructura del edificio, por lo que es muy importante conocer su estado y sus posibles patologías. Sus indicadores principales son las humedades, fisuras, desprendimientos y deformaciones.
La principal causa que origina el envejecimiento de las cubiertas y los materiales que la componen, es la exposición continuada de sus elementos a las inclemencias meteorológicas. El sol, los cambios de temperatura y la presencia de agua, incluso en muchos casos, el viento; que puede provocar el desprendimiento de tejas, canalones, etc. A todos estos factores, se suma normalmente, el difícil acceso y el riesgo que conlleva su inspección, haciendo de la cubierta, una de las zonas más expuestas y con menos mantenimiento del edificio.
La fachada, junto con la cubierta, es la zona del edificio, más expuesta a las inclemencias climatológicas y debido a los elementos estructurales y decorativos que la integran en altura y al desgaste y deterioro de los mismos; son susceptibles de provocar situaciones de riesgo por desprendimiento; siendo su inspección periódica indispensable, para evitar esos riesgos y descubrir otras patologías típicas de las fachadas, como son los daños por humedad y los puentes térmicos.
La incorporación del Informe Evaluación del Edificio (IEE) a la nueva Ordenanza de Deber de Conservación, hace imprescindible el estudio de la eficiencia energética del edificio, siendo obligatorio el estudio de la calidad térmica del mismo y posibilitando el desarrollo de una rehabilitación energética más detallada y económica, siendo la termografía una técnica no destructiva y una herramienta única para localizar defectos y patologías en la construcción, tales como la falta de aislamiento en una fachada o cubierta de un edificio, humedades o infiltraciones de aire.